domingo, 19 de septiembre de 2010

1.1. LA SOCIEDAD DECONOCIMIENTO. HISTORIA Y EVOLUCION.


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Durante el siglo XX, el hombre ha estado más informado, y de forma creciente, más que el hombre del siglo anterior. Ello refleja la existencia de una evolución informativa a nivel social. Es la expresión de una de las tendencias principales de la vía troncal, en la que según algunos especialistas deberá ocurrir un "tercer salto" en la evolución del hombre. De comprobarse esta hipótesis, la secuencia de los saltos sería: neandertal - Homo sapiens- Homo sapientissimus. Este último surgirá de la evolución de las estructuras finas del encéfalo.4
Según la ley del desarrollo mencionada, es posible considerar que la etapa de desarrollo del hombre que se reconoce como Homo sapiens, se transforme en niveles estructurales de su organización y en escalones funcionales de las interacciones que den paso al surgimiento de una forma cualitativamente nueva que se diferencie suficientemente del Homo sapiensen cuanto a su organización general, el tipo morfofisiológico y las características ecológicas, y que por tanto, se puede considerar como una nueva especie: la Homo sapientissimus - por supuesto, si los criterios actuales de la sistemática en general son aplicables a este caso.
De esta manera, según nuestro criterio el movimiento de la materia a nivel social toma un rumbo que pasa por la conciencia social e individual. A partir del dominio de las leyes de la evolución del Universo, el hombre perfecciona su relación con el medio ambiente. La creciente y continua profundización en el conocimiento de las leyes del mundo posibilita un desarrollo ilimitado, la existencia infinita y la orientación troncal galáctica. El ser humano tiene la ventaja de aprender las leyes del mundo en que vive y emplearlas adecuadamente.5 Sobre la base del conocimiento, es que la evolución tomará su camino consciente en el futuro, por lo que debe considerársele como un aspecto indispensable del proceso troncal en el Universo. Este proceso exige del incremento de la aceleración del desarrollo de la ciencia y del flujo de información para que el hombre pueda salir airoso de la crisis en el rumbo de la evolución. Pero el hombre deberá tener presente permanentemente las vinculaciones mutuas e interacciones de los procesos en el Universo y que él mismo constituye una parte del Universo con una función más significativa que cualquier otro ser, debido a su carácter troncal.
Por consiguiente, la significación de la gestión del conocimiento no debe limitarse a su concepción como fenómeno social (por ejemplo, la gestión del conocimiento en las empresas), sino que debe comprenderse de una manera más amplia, vinculada a su esencia ontológica para la humanidad, es decir, relacionada con su papel en la orientación consciente troncal galáctica, basada en una adecuada gestión del conocimiento a nivel de toda la sociedad.
Actualmente se desarrolla con mayor intensidad la gestión del conocimiento en distintas esferas de la actividad social, como una nueva forma de organización del sistema de conocimientos de la humanidad, que inevitablemente, junto a otros factores, conducirá al Homo sapientissimus.
En el estado actual de la evolución hacia el Homo sapientissimus cabe destacar, que el desarrollo del mecanismo específico del conocimiento social se encuentra en una etapa en que la unidad de la teoría y la práctica aparece como síntesis de las regularidades o leyes de la mutua interacción de los objetos y fenómenos con el objetivo de construir modelos analítico-sintéticos de los objetos de investigación; así como de generar conocimientos analítico-sintéticos concretos, pero no sincréticos.
Se debe llamar la atención sobre la importancia que ha tomado el conocimiento de las leyes del desarrollo del mundo en su conjunto, como una necesidad de la producción social.
En Cuba, se observa el incremento de la gestión del conocimiento en múltiples y variadas esferas de la actividad del país como es el medio ambiente, un creciente incremento de los eventos científicos, un proceso de informatización de la sociedad, la gestión que se realiza por los distintos medios de difusión social, los esfuerzos iniciales que se realizan en las empresas, las acciones en la esfera de la educación, salud pública, deportes y otros. El nivel de cultura general e integral que se espera lograr como resultado de las diversas formas de gestión del conocimiento en Cuba y su permanente perfeccionamiento, contribuirá a la creación de una conciencia social e individual que influirá en el desarrollo del hombre en Cuba, a su tránsito hacia nuevos escalones funcionales en el camino de la evolución, hacia la etapa del Homo sapientissimus.


Breve evolución de la gestión del conocimiento: desde la década de los años diez hasta la era actual [Mayores detalles tomar a Moral et al, 2007]

A grandes rasgos se puede determinar cómo la gestión del conocimiento ha venido desenvolviéndose desde los años diez cuando comenzó el apogeo de los documentos escritos como símbolo de expresión de ideas y que sirvieron como narradores de acontecimientos y adelantos que ocurrieron en el pasado. Por los años veinte cuando se desarrolló dentro de la comunidad norteamericana la adquisición del conocimiento a través de bibliotecas - acumuladores de documentos - sirvieron como emblemas de manifestaciones laborales, científicas, sociales, económicas y políticas. Por los años treinta, el polaco Kurt Lewin, manifestó que la palabra trabajo significaba tensión psicológica en el quehacer laboral, satisfacción de las actividades desempeñadas, motivación, liderazgo y participación [Allee, 1997]. Aprovechando la coyuntura para esclarecer el término, Lewin introdujo el método de la investigación y la experimentación, que decidieron cambiar el manejo organizacional por medio del aprendizaje. Ya en los años cuarenta, precisamente, a finales de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad sufrió cambios de orden de demanda de productos y servicios, basados en los conocimientos. Esta fue la primera aparición sobre el concepto de Gestión del Conocimiento. Ya hacia la década de los años cincuenta, se dieron los primeros pasos para automatizar el comportamiento humano por medio de la inteligencia artificial como ganancia económica. En la década de los años sesenta, se deslumbró en el entorno los sistemas basados en el conocimiento, mejorando los procesos a través de investigaciones operativas, planificación estratégica, enfoque cibernético y teoría de sistemas. Para los años setenta, se comenzó a construir la era del conocimiento, acentuado en las prácticas empresariales. La década de los años ochenta, marcó un hito en la historia, ya que la principal herramienta de trabajo eran los recursos tecnológicos, logrando así configurar y enriquecer los equipos de cómputo, basados en la transferencia de conocimientos expertos, como coadyuvadores en la toma de decisiones. En la década de los años noventa, el norteamericano Peter Senge en su libro magistral Quinta Disciplina, tomó el pensamiento sistémico como gran interés en la investigación y en la práctica del desarrollo del aprendizaje organizacional para mejorar la competitividad [Allee, 1997]. Al respecto, el conocimiento se debe más que todo al aprendizaje de aptitudes nuevas y la implementación de innovaciones institucionales que contribuyeron a una novedosa estructura organizacional. Finalmente, en la era actual, se están presentando cambios de paradigmas que han contribuido al crecimiento cuantitativo y cualitativo de las ciencias del conocimiento, en especial, los que han producido los adelantos tecnológicos como una temática propia para y hacia una sociedad automatizada y robotizada.